Mercedes : El pliego que no pasó: cuando la interna radical pesa más que la gestión

Mercedes : El pliego que no pasó: cuando la interna radical pesa más que la gestión

La no aprobación del pliego de Jorge Bulman expuso una vez más que, en la política local, las decisiones no siempre se definen por cuestiones técnicas sino por alineamientos y disputas de poder.

Jorge Bulman, dirigente radical convocado por el intendente Víctor Cemborain para integrar su equipo de gobierno, fue propuesto para ocupar la Secretaría de Planeamiento y Gestión. Días atrás, el Ejecutivo elevó al Concejo Deliberante los pliegos correspondientes a las principales áreas municipales, y el de Bulman fue el único que no logró ser aprobado.

Lejos de un rechazo definitivo, el expediente fue derivado a comisión para su análisis. Sin embargo, desde el entorno más cercano al dirigente radical sostienen que la decisión no responde a una cuestión administrativa ni técnica, ya que todas las carpetas presentadas contenían la misma documentación y requisitos. La diferencia, afirman, fue netamente política.

No es un dato menor que Bulman haya sido candidato a presidente de la UCR local en las últimas elecciones internas, ni que desde un sector del radicalismo haya respaldado la candidatura de Cemborain. Para algunos, ese posicionamiento explicaría por qué ciertos concejales optaron por “cajonear” su nombramiento.

A esto se suma que Bulman se venía desempeñando como asesor del exgobernador Gustavo Valdés, actual presidente del radicalismo provincial, y que fue el propio Valdés quien lo eligió para encabezar la lista de la UCR en la ciudad de Mercedes. Esa pertenencia política lo ubica claramente en un sector del partido que mantiene fuertes diferencias históricas con el espacio que responde a Ricardo Colombi.

En ese marco, son varios los que interpretan que la no aprobación del pliego encuentra su explicación en esas tensiones internas. Más aún cuando el propio Ricardo Colombi, referente radical mercedeño, continúa teniendo influencia sobre algunos concejales, aun sin ocupar cargos formales.

El caso Bulman deja al descubierto una realidad conocida: en determinados momentos, los pliegos se analizan menos por la capacidad del candidato y más por lo que representa políticamente. Y cuando eso sucede, la gestión queda atrapada en disputas que poco tienen que ver con las necesidades concretas de la ciudad.