El viento electoral pasó y la salud en Mercedes sigue esperando
Obras paradas, denuncias graves y una comunidad que aún quiere creer
El viento de las elecciones ya pasó y en Mercedes la realidad vuelve a imponerse con crudeza. Las obras del nuevo hospital continúan totalmente paralizadas. No hay movimiento, no hay avances visibles y tampoco explicaciones oficiales claras. Aquella promesa que supo generar expectativas genuinas en la comunidad hoy parece haber quedado detenida en el tiempo, reducida a un anuncio sin continuidad.
La preocupación se profundiza cuando se observa el contexto sanitario actual. El Hospital de Mercedes atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia reciente, con diez médicos investigados por presuntos cobros indebidos a pacientes del sistema público. Las denuncias, realizadas por los propios vecinos, fueron confirmadas por el Ministerio de Salud Pública de Corrientes, dejando al descubierto una práctica inadmisible que dañó la confianza social.
Durante ese proceso, el entonces ministro Ricardo Cardozo reconoció la gravedad de los hechos y la existencia de pruebas, aunque las sanciones quedaron sujetas al avance de la investigación. Para la comunidad, sin embargo, la falta de definiciones y de resultados concretos también se traduce en cansancio y desilusión.
En paralelo, el anuncio del nuevo hospital —una obra de más de 9.300 metros cuadrados destinada a beneficiar a más de 50 mil personas— fue presentado como una inversión histórica durante la gestión del exgobernador Gustavo Valdés. Hoy, con un nuevo escenario político, la obra sigue frenada y sin un cronograma público que permita saber cuándo —o si— será retomada.
Mientras tanto, la realidad cotidiana no espera. Turnos demorados, derivaciones constantes y un sistema que funciona al límite afectan directamente a los vecinos. Aun así, Mercedes no renuncia del todo a la esperanza. Con la actual conducción del área sanitaria provincial, la comunidad observa con atención, esperando que esta etapa marque un punto de inflexión.
Las elecciones quedaron atrás. Ahora empieza el tiempo de los hechos. La salud no puede seguir en pausa. Creer en la política no es cerrar los ojos, sino confiar en que todavía es posible corregir errores y cumplir con lo prometido. Esa confianza, hoy frágil, solo podrá reconstruirse con decisiones concretas y obras que avancen, porque cuando el sistema falla, el impacto siempre recae en la gente.








